El futuro del automóvil pasional no parece el más halagüeño en estos momentos. Sobre coches como los coupés y los cabrios de lujos pende como una espada de Damocles la pujanza de los SUV como símbolo de estatus social, pero sobre todo como vehículo aspiracional. Muchos preferirían un Porsche Cayenne antes que un Porsche 911, y lo mismo ocurre en marcas como Mercedes. Aunque el futuro de coches como el Mercedes Clase S Cabrio es oscuro, la marca de la estrella no puede renunciar a los Mercedes SL en su gama. Unos Mercedes SL cuyo final de ciclo comercial estamos viviendo en estos momentos.
La actual generación del Mercedes SL, cuyo código interno es R231, lleva con nosotros desde el año 2012. En 2016 recibió un completo lavado de cara, en el que se actualizó su imagen y se le dotó de nuevos motores turboalimentados, tanto de seis como de ocho cilindros. Este roadster alemán de techo duro retráctil sigue siendo una máquina elegante y bonita, con pocos rivales directos, pero no podemos obviar el hecho de que acusa una cierta veteranía. Una de las primeras señales de que su fin de producción está cerca es que ya se ha dejado de fabricar su versión AMG de altas prestaciones.
Ver la galería completa en Diariomotor
El SL siempre ha tenido la dosis adecuada de deportividad, sin descuidar el confort, la elegancia y la exclusividad.
Mercedes SL 2016: estas son las 7 claves de su paso por el cirujano plástico
El Mercedes SL es el descapotable favorito de Los Angeles, ciudad donde ha sido presentada …
Y con ella, se marca el fin del legendario motor V8 Biturbo de 5,5 litros de Mercedes-AMG, el potente M157, que en el caso de estos AMG descapotables llegó a ofrecernos 585 CV de potencia. Este motor ha sido