5.000 millones de euros al año de ahorro es lo que generaría la fusión entre Renault y Fiat, en seis años, según las estimaciones que figuran en la propuesta que hicieron pública Renault y Fiat esta misma semana. En cuatro años, ya habrían llegado a un 80% de la mencionada cantidad. La noticia de la semana, la posible fusión entre Renault y Fiat, es un buen reflejo del momento que vive la industria del automóvil, de la situación a la que se dirige este negocio y, por supuesto, del negocio que resultaría de esta fusión en una empresa que suma 8,7 millones de coches al año y que, con la suma de la alianza entre Renault, Nissan y Mitsubishi, se convertiría en el mayor fabricante de coches del mundo.
El negocio de la fusión entre Renault y Fiat
En esta propuesta inicial para la fusión entre Renault y Fiat se habla de sinergias, que sobre todo tienen que ver con el aprovechamiento de una gama con productos complementarios, y de aquellos mercados en los que la marca francesa es más fuerte, y la italiana o, mejor dicho, la italoamericana Fiat Chrysler Automobiles, sea más débil, y viceversa.
Por otro lado, la propuesta no habla de recortes en gama, y aún menos de la reestructuración de la producción, o ajustes de plantilla. El negocio esperado, por lo tanto, se lograría sin estos movimientos cuanto menos polémicos. ¿Pero no seríamos ingenuos si no pensáramos que, de prosperar esta fusión, el futuro que le espera a las marcas involucradas va más allá de lo que se está dibujando estos días?
La fusión entre Renault y Fiat espera un ahorro, por las sinergias generadas, que llegaría a los 5.000 millones de euros en el sexto año
Fotografías del Fiat Centoventi, un prototipo que, de alguna forma, debería anticiparnos el