Škoda ofrece por primera vez su buque insignia en una robusta versión Scout. El equipamiento de serie, disponible exclusivamente como coche familiar con tracción total, incluye robustas mejoras a la carrocería, llantas de aleación Praga de 18 pulgadas, el paquete Rough-Road, con 15 mm adicionales de distancia hasta el suelo, y un look especial Scout en el interior. El nuevo acabado Naranja Mandarina metalizado también es exclusivo del Scout.
La nueva versión del buque insignia de Skoda está disponible exclusivamente con cualquiera de los dos motores de diésel y gasolina más potentes de la gama. El motor diésel 2.0 TDI entrega 190 CV de potencia y transmite su par máximo de 400 Nm a todas las ruedas mediante una transmisión DSG de 7 velocidades. El 2.0 TDI está equipado con un catalizador SCR con inyección AdBlue y un filtro de partículas de diésel, con lo que cumple con la normativa de emisiones Euro 6d-TEMP.
El motor de gasolina 2.0 TSI entrega 272 CV y tiene un par motor máximo de 350 Nm. Además de la tracción total, viene también con transmisión DSG de 7 velocidades. Equipado con un filtro de partículas de gasolina, el 2.0 TSI también cumple con la normativa de emisiones Euro 6d-TEMP. Ambos equipan tecnología Stop/Start y recuperación de la energía en la frenada.
Mejoras a la carrocería, look de aluminio y elementos de cromo
Estéticamente, la parrilla agrandada sobresale y se solapa aún más con el parachoques frontal y, como el Sportline, dispone de listones dobles negros – aunque esta vez el marco es de cromo. A diferencia de otros miembros de la familia Superb, el Scout luce robustos parachoques -frontal y posterior- rediseñados, ambos con protección de bajos con efecto aluminio. Además, las tiras de plástico adicionales protegen los pasos de rueda, los umbrales laterales y la parte baja