Por fin han sido desvelados. Llevamos meses, me atrevería a decir años, esperando la llegada del BMW M8. Se trata de la variante más deportiva del BMW Serie 8, el coupé pasional -también disponible en carrocería descapotable- de gran tamaño. Además, en la marca bávara presumen de ser un digno sucesor del antiguo BMW 850i de los años 90.
Lo cierto es que el BMW Serie 8, y también en estas variantes BMW M8, no es un coche puramente deportivo, me explico. Por su tamaño, peso y filosofía es un coche más bien orientado a la imagen lujosa combinada con altas dosis de potencia y gran confort, no siendo el coche ideal para circuito, como sí lo es un M4, por ejemplo. ¡Descubramos a estos BMW M8 Competition Coupé y BMW M8 Competition Cabrio!
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Imagen deportiva para el BMW M8 Competition, pero no extrema
Estéticamente han recurrido a las tradicionales tomas de aire sobredimensionadas, paragolpes específicos, detalles en negro, algunos apéndices aerodinámicos, llantas específicas, aletas más voluminosas y a un marcado difusor que alberga las cuatro salidas de escape. Son bastantes cambios, pero no se ha buscado una imagen extrema. Eso sí, el nuevo BMW M8 Competition, bien sea en carrocería Coupé o Carbio, se ve imponente.
El habitáculo del nuevo BMW M8 también se ve muy lujoso, pero sin olvidar ciertos detalles deportivos donde no faltan unos exquisitos tapizados especiales en cuero o el cuadro de instrumentos digital. En la consola central hay inserciones en fibra de carbono, lo que ya nos indica que no estamos ante un Serie 8 más. Lo mismo ocurre con los botones M del volante, que permiten ajustar el comportamiento del coche al instante.
Pese a ser un GT, no faltan prestaciones
Pero yendo ya al apartado que más nos gusta, bajo el gran capó de estos BMW M8 Competition