Si es que sufres un asalto o un atentado, claro está. Ciertos individuos de alto perfil o ciudadanos adinerados que viven en zonas inestables son los clientes de este Volvo XC90, una versión blindada del todocamino sueco. Haría falta un ojo entrenada para poder distinguirlo de otros XC90: su diseño es idéntico y solo el grosor de sus puertas o cristales nos puede dar alguna pista al respecto. Es un coche diseñado para el mercado europeo y el mercado latinoamericano, y tiene un precio que ronda el medio millón de euros.
El Volvo XC90 blindado ha sido desarrollado durante los últimos dos años, y responde a las múltiples peticiones de los clientes más VIP de la marca sueca. El coche es fabricado en Torslanda (Suecia), junto al resto de Volvo XC90, pero es después enviado a las instalaciones de TRASCO Bremen, en Alemania. Este especialista en coches blindados transforma entonces el XC90 en una habitación del pánico rodante. El especialista alemán añade 1.400 kilos de blindaje al todocamino, que es capaz de cumplir la exigente normativa VPAM BRV de protección a los ocupantes.
Algo no va bien en el mundo cuando la demanda de este tipo de vehículos se multiplica durante los últimos años.
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Esta normativa incluye protección 360 grados ante armas de fuego de alto calibre – como las ubicuas AK-47 de 7,62 mm de calibre – o incluso bombas de mano y pequeños explosivos improvisados. Todos los paneles del coche han sido reforzados con chapas de acero de hasta 10 mm de grosor o vidrio templado de hasta 50 mm de espesor – fijaos en la foto de la ventanilla del conductor entreabierta. Todo esto añade mucho peso al coche, que cargado con cinco personas llega a tener un peso en orden de