Una de las muchas ventajas que presentan los vehículos eléctricos está en la nula emisión de ruidos. Sin embargo, este hecho puede volverse peligroso para ciertas personas, pues a día de hoy, el uso principal de estos vehículos se limita a la ciudad. El mejor ejemplo lo tenemos en los miles de Toyota Prius híbridos destinados al transporte de peronas: taxis.
Más de una vez nos hemos cruzado con ellos por cualquier calle y no nos hemos percatado de su presencia. Por esta razón, la Unión Europea ha legislado sobre la necesidad de incluir un sistema que les obligue a emitir ruido. De esta forma, nació el reglamento Reglamento (UE) nº 540/2014 que trata el nivel sonoro de los vehículos de motor y los sistemas de silenciamiento de sustitución. En pocas palabras, la inclusión de un sistema sonoro que advierta de la presencia de vehículos eléctricos.
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El Reglamento (UE) nº 540/2014 regula su cumplimiento
De esta forma, a partir del 1 de julio de 2019 los vehículos eléctricos deben estar equipados con un sistema AVAS (Acoustic Vehicle Alert System). Este elemento ha de generar un ruido similar al que producen los vehículos de combustión interna. Su funcionamiento no es continuo, pues a partir de los 20 kilómetros por hora deja de emitir sonido. Además, puede activarse, o desactivarse, a juicio del conductor para evitar ruidos a horas intempestivas.
Este sistema de aviso acústico es obligatorio para todos los vehículos eléctricos comercializados a partir de esta fecha. En el caso de los modelos híbridos, la obligatoriedad para su instalación entra en vigor en julio de 2021. Con todo, son varios los fabricantes que se han adelantado a esta normativa europea. Así, Nissan, Toyota o Mitsubishi ya cuentan con algún sistema AVAS instalado en sus vehículos híbridos o eléctricos.
Con todo, el fin último de este reglamento