Desde que el Renault Captur llegara al mercado en el año 2013, el modelo francés se posicionaba como uno de los pilares fundamentales de la firma automovilística junto al Clio y al Mégane. Ahora, la marca del rombo presenta la segunda generación de su importantísimo modelo para el segmento B-SUV, el de los crossovers urbanos.
Durante estos seis años de vida de su primera generación, el Renault Captur ha vendido nada más que y nada menos que 1,2 millones de unidades. Y es que, desde que llegó al mercado, el Captur se convirtió en un vehículo muy importante para la marca incluso en nuestro país, tanto por su gran volumen de ventas como por su producción en la Factoría de Carrocería-Montaje de Valladolid. Durante el pasado año se vendieron más de 230.000 unidades a nivel mundial.
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Nueva generación, pero diseño evolutivo
Pese a que se trata de un relevo generacional, Renault ha querido que su crossover urbano sigua reconociéndose claramente como un Captur, estrategia que también han seguido recientemente con el lanzamiento del nuevo Renault Clio de quinta generación. Y es que, si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?
Ahora se ve como un vehículo más dinámico y actualizado a los gustos de los clientes europeos. Sigue teniendo un carrocería elevada, protecciones en las zonas inferiores de los cuatro costados y puede contar con llantas de grandes dimensiones (hasta 18 pulgadas); por no hablar del logo de la marca de gran tamaño en el frontal.
En comparación con el modelo de anterior generación, este nuevo Renault Captur ahora mide 4,23 metros de largo (crece 11 cm), mientras que su batalla se incrementa en 2 cm para llegar hasta los 2,63 metros, por lo que también debería percibirse un habitáculo más espacioso, especialmente en la segunda fila de asientos.
Sin embargo, el nuevo modelo incrementa su estilo tecnológico