Madrid Central ha pasado a convertirse en el escenario de una batalla política donde, en no pocas ocasiones, se ha puesto en duda su efectividad como medida para reducir la contaminación en la capital. Medios de comunicación y grupos parlamentarios han esgrimido argumentos a favor y en contra de este proyecto, entre los que se encuentran el efecto frontera o la propia reducción de emisiones dentro del área restringida al tráfico.
A rebufo de todo lo publicado y mencionado hasta la fecha, un análisis exhaustivo de las emisiones de NO₂ realizado por un catedrático y dos profesores de universidad, pone de manifiesto que no existe el mencionado efecto frontera de las zonas colindantes a Madrid Central, tal y como han defendido varios grupos parlamentarios, primero desde la oposición y posteriormente desde el gobierno de la capital.
Recordemos que una de las primeras medidas llevadas a acabo por el nuevo alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida (Partido Popular), fue la suspensión de facto de Madrid Central mediante la aprobación de una moratoria de las multas por acceder con vehículos sin autorización. Una moratoria que ha quedado en suspenso de forma cautelar después de un juzgado madrileño admitiese a trámite el recurso presentado por organizaciones ecologistas (Ecologistas en Acción y Greenpeace).
Más allá de la ‘guerra de banderas’, Madrid Central fue una de las medidas, como el anteproyecto de Ley de Cambio Climático aprobado por el Gobierno o la zona de bajas emisiones del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que ha permitido a España estar en moratoria de multa por incumplir los límites de emisiones durante una década.