El pasado 15 de febrero, el Ayuntamiento de Madrid puso en funcionamiento un nuevo radar de tramo situado en la carretera A-5, en el Paseo de Extremadura. Tras un periodo de avisos, las sanciones comenzaron el pasado 16 de abril y, en poco más de dos meses, ha impuesto nada menos que 23.291 multas, lo que se traduce en más de 333 sanciones diarias.
Así lo confirman los primeros datos concluyentes del consistorio de la capital española: este radar de tramo, con límite de 70 km/h y ubicado entre los puntos kilométricos 4.000 y 5.750 del Paseo de Extremadura, ha registrado más de 23.200 excesos de velocidad entre el mencionado 16 de abril y el 23 de junio.
Este dispositivo fue instalado por el ayuntamiento madrileño para «salvaguardar la seguridad tanto de peatones como de conductores» a modo de medida preventiva, en base a sus elevadas cifras de siniestralidad: en 2018 se registraron un total de 333 accidentes y atropellos, con tres víctimas mortales y 272 de considerable gravedad.
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Asimismo, otro de los objetivos de este radar de tramo es el de reducir la contaminación acústica, teniendo en cuenta lo cerca que se encuentran de este tramo urbano de la autovía varios edificios de viviendas.
Cifras de récord en 70 días
El punto de entrada de este dispositivo se ubica después de pasar el radar fijo que hay ubicado en el pórtico y que, por tradición,