En estos tiempos que corren, en los que la lucha contra la contaminación, y la reducción de emisiones, se han convertido en asuntos prioritarios para la Unión Europea, puede sorprendernos que existan iniciativas como la que ha llevado a cabo Austria, de aumentar a 140 km/h el límite de velocidad en algunos tramos de sus Autobahn. Lo interesante, sin duda, es que un año después de haber llevado a cabo esta medida las conclusiones sean las siguientes: el incremento del límite de velocidad no ha aumentado la siniestralidad y el aumento de las emisiones sería marginal. Ahora bien, ¿son creíbles estas conclusiones?
Más velocidad, menos accidentes, la misma contaminación
Al menos eso es lo que anunciaba estos días Asfinag (ver noticia en Die Presse), la empresa pública encargada de la gestión de las Autobahn austriacas. Sus conclusiones serían las siguientes. Para empezar, en el tramo de Niederösterreich habrían constatado que los accidentes de tráficos con heridos habrían disminuido de una media de 4,6 al mes, a solo 2,2, mientras en el tramo de Oberösterreich se han reducido de 1,2 a 0,5.
Por otro lado, aseguran que las concentraciones de partículas no han aumentado y que las emisiones de CO2 y NO habrían tenido un aumento residual, en el entorno del 1% al 2%.
Según las conclusiones austriacas, los accidentes de tráfico habrían disminuido, y las concentraciones de contaminantes no habrían aumentado, pero la prueba piloto parece insuficiente para llegar a estas conclusiones
¿Son creíbles las cifras del límite a 140 km/h austriaco?
El gran problema de estos datos es que la prueba parece insuficiente para llegar a conclusiones tan precipitadas como que aumentar a 140 km/h el límite de velocidad mejora la seguridad vial y no contamina más. Por un lado, el aumento a 140 km/h de los límites de velocidad – de los 130 km/h