El artífice del éxito del Grupo Volkswagen y patriarca de la empresa hasta 2015, Ferdinand Piëch, que transformó la compañía en uno de los fabricantes más importantes del mundo, fallecía el pasado domingo de manera repentina e inesperada en Baviera, Alemania, a la edad de 82 años.
Ferdinand Karl Piëch nació en 1937 en Viena, Austria, hijo de Anton Piëch y Louise Piëch, la hija de Ferdinand Porsche. Ingeniero de vocación, terminó sus estudios de Ingeniería Mecánica en Zúrich, en 1962, y al año siguiente comenzó a trabajar en Porsche KG, la compañía de su abuelo.
Mientras acababa sus estudios, Piëch participó en el desarrollo del motor bóxer de ocho cilindros del Porsche 804 de Fórmula 1. Precisamente el año que entró a la compañía, 1963, se estaba gestando en Stuttgart el Porsche 911 (inicialmente Porsche 901).
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Piëch trabajó junto a su tío, Ferry Porsche, y estuvo involucrado en tareas relacionadas con ensayos de motores -su especialidad-. En 1968 se convirtió en el jefe de desarrollo de la marca, para pasar en 1971 a ser designado responsable de I+D. Durante su estancia en Porsche participó en el desarrollo del Porsche 906 y de otros modelos previos al exitoso Porsche 917 que ganó Le Mans en 1970.
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En 1972, y despúes de que la familia decidiera que ningún miembro de los Piëch o Porsche debía estar involucrado