Dicen que ya no quedan coches divertidos de precio asequible, que hay que irse a modelos grandes, muy potentes y de precio desorbitado para obtener una alta diversión al volante. Estoy de acuerdo en que cada vez hay menos coches “baratos” que sean divertidos, pero no en que ya no quede ni uno solo. El mejor ejemplo es el protagonista de esta prueba, el nuevo Suzuki Swift Sport.
Se trata de un coche pequeñito, juguetón, rápido y en el que destaca la relación precio-diversión y también peso-potencia. Además, es un coche totalmente utilizable en el día a día para los trayectos cotidianos, o eso dice Suzuki. En los siguientes párrafos -y también en el vídeo que te dejo tras el salto- comprobaremos de qué pasta está hecho este nuevo Swift Sport. ¡Empezamos!
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La tercera generación que llega al mercado español de este modelo, ciertamente, se parece bastante a su predecesor. De todos modos, que esto no te deje engañar, porque aunque guarden mucha semejanza, el nuevo cambia completamente en su parte técnica. El chasis es totalmente nuevo y su corazón pasa de ser un 1.6 atmosférico a un 1.400 turbo. Pero de eso os hablaré más profundamente unas líneas más abajo. Ahora, vamos con el diseño exterior.
Sleeper, lobo con piel de cordero
Como comentaba antes, el nuevo Suzuki Swift Sport es bastante parecido a su predecesor, y estéticamente la verdad es que tampoco se diferencia demasiado del resto de la gama Swift. De todos modos, hay cambios, lógicamente.
Para saber que estamos ante un Swift Sport hay que fijarse en detalles como la parrilla frontal tipo panal de abeja, los paragolpes y las taloneras específicas con acabado en símil de fibra de carbono, la doble y generosa salida de escape trasera, el alerón posterior o las llantas bicolor de 17 pulgadas.
Personalmente, comulgo bastante con