Hace apenas unos días fuimos invitados por Hyundai a probar uno de sus lanzamientos más importantes del año: la versión full-hybrid del Hyundai Kona. El Hyundai Kona es una de las propuestas más diferentes del segmento de los crossover urbanos, y es un coche que disfruta de un nivel de ventas más que saludable. Tras conocer a sus versiones convencionales y su versión eléctrica, es momento de conocer la que podría ser su versión más ideal. El Hyundai Kona híbrido cuenta con el mismo grupo motopropulsor de los Hyundai Ioniq y KIA Niro, y todo apunta a que podría convertirse en la peor pesadilla del Toyota C-HR.
¿Cómo cambia el Hyundai Kona Hybrid con respecto a un Kona “convencional?
La respuesta es sencilla: en apariencia, en muy poco. Exteriormente es idéntico a un Hyundai Kona de combustión interna, a excepción del color exclusivo “Blue Lagoon” del que disfruta nuestra unidad de pruebas. Las llantas de 18 pulgadas de nuestro coche de pruebas también son exclusivas de la versión híbrida, y en nuestro caso, estaban calzadas con unos fantásticos Michelin Pilot Sport 4, un neumático que no es idóneo si tenemos en mente la eficiencia. A excepción de un emblema trasero en el que se lee “hybrid” y un emblema lateral donde se lee “Blue Drive” es virtualmente indistinguible de otros Hyundai Kona.
Desde su lanzamiento en 2017, Hyundai ha vendido 120.000 unidades del Kona en Europa.
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Era mi primer contacto cercano con el Hyundai Kona y he de reconocer que en vivo es un coche muy convincente estéticamente. Al pasar al interior del Hyundai Kona híbrido sí noto algún que otro cambio más. El más obvio es una nueva instrumentación, con el clásico potenciómetro de otros coches híbridos. Los marcos en color negro piano de los aireadores también