Volvo acaba de actualizar el más grande de sus todoterrenos, introduciendo ligeros pero sutiles cambios estéticos, nuevos equipamientos de seguridad, mayores asistencias de conducción, novedades multimedia y en algunos casos un sistema de frenada regenerativa que reduce su consumo hasta en un 15%. No es un modelo nuevo, sino una puesta al día del modelo presentado en 2015. La tercera generación del XC90 no verá la luz posiblemente hasta el 2021 o 2022 y gracias a Volvo Carrión, concesionario oficial de Volvo en Valladolid, pudimos disfrutar durante una semana de este vehículo.
Nuestra unidad de pruebas es el modelo D5 AWD R-Design equipado con el motor Diesel de 235 CV tracción integral y cambio automático de 8 velocidades. Dicho sea de paso, esta generación del XC90 será posiblemente la última que se venda con motor Diesel, según las últimas publicaciones de Volvo, siendo reemplazadas sus mecánicas en un futuro por versiones de gasolina, híbridas o eléctricas. Por lo tanto, mientras se siga fabricando vamos a disfrutar de las bondades del motor Diesel que mueve al protagonista de esta prueba.
renderAd(,44162);
Un auténtico vehículo de representación
Pese a sus 4,95 metros de largo, casi 2 metros de ancho y un peso en vacío de más de 2 toneladas el Volvo XC90 se desenvuelve perfectamente por reviradas carreteras de montaña
El aspecto del Volvo XC90 ya resulta imponente de por sí, pero gracias al nuevo frontal, llantas y el equipamiento extra del acabado R-Design de nuestra prueba, el coche emana elegancia por los cuatro costados. Para gustos los colores, y además con esta actualización se ha renovado la gama de pinturas, donde dicho sea de paso el tono azul de esta unidad aporta una deportividad extra al conjunto muy interesante. A simple vista es fácil observar que Volvo no ha diseñado la carrocería de este modelo