La resurrección del Toyota Supra ha sido una de las grandes alegrías que ha traído 2019. Si no hubiera sido por el acuerdo de colaboración firmado entre BMW y la casa nipona, jamás se habría dado tal situación. Con todo, el regreso del Z4 también es una grata alegría, pero sabíamos que, de una u otra forma, la Bayerische lo relanzaría. De esta forma, ambos modelos comparten destino e incluso, algo más, parte de su público objetivo.
El caso, es que cuando dos, o varias, marcas se unen para desarrollar un modelo, las alegrías y penas pueden, o no, ser compartidas. Así, se dan casos como que uno de los vástagos triunfa y otro se la pega en el mercado. A ello hay que sumar que si surge un problema de calidad, el mal se expande cual pandemia. Esto es lo que le ha pasado al nuevo Toyota Supra, que ha sido llamado a revisión ni más ni menos que por su propio hermano, el BMW Z4.
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Magna Steyr fabricar los BMW Z4 y el Toyota Supra
Según consta en un informe de la NHTSA, del pasado día 12 de septiembre, ambos modelos tienen un pequeño problema de seguridad. Al parecer, el soporte del bucle guía del cinturón de seguridad del conductor puede haber sido soldado de forma incorrecta. Por tanto, en caso de que el vehículo en cuestión sufra un accidente, podría fallar, ocasionando graves lesiones al ocupante.
Esta anomalía es grave, pues afecta a un sistema de seguridad vital para el vehículo. Lo bueno, o menos malo, que sólo hay un puñado de unidades afectadas. Al parecer, sólo son siete, y de ellas, cuatro ya han sido localizadas para subsanar este pequeño error. Aún así, BMW no se ha quedado tranquila y ha emitido una llamada a revisión voluntaria para el Z4.