Malas noticias para los más petrolhead de la sala. La marca japonesa Yamaha ha cancelado su proyecto de lanzar un coche deportivo de corte asequible. Aquel proyecto habría llevado a las calles un pequeño deportivo ligero, desarrollado en torno a la plataforma iStream de Gordon Murray Design, además de un vehículo de corte urbano diseñado como alternativa a los ubicuos smart del grupo Daimler. Ambos proyectos han sido cancelados, aludiendo dificultades a la hora de vender estos vehículos, y obtener rentabilidad del proyecto.
Aunque Yamaha sea una marca especializada en motos, la empresa japonesa ha colaborado con muchos fabricantes de coches en el pasado. Ellos fueron los diseñadores del puntiagudo motor 4.8 V10 del Lexus LFA, además de construir los motores de los Ford Taurus SHO o los V8 de 4,4 litros que usaron algunos Volvo hace años. Incluso a principios de los años noventa – durante aquél delirio colectivo japonés – valoraron seriamente lanzar un Fórmula 1 de calle: el elusivo Yamaha OX99-11, construido en torno a un motor V12 diseñado para la categoría reina del motorsport.
Yamaha siempre ha tenido lazos con la industria automovilística, pero nunca se han materializado en un coche propio.
Con los pies en la tierra, Yamaha planteó en 2013 lanzar una gama de coches utilitarios, enfocados a la movilidad urbana y plasmados en el Motiv, construido en torno a la tecnología tubular iStream de Gordon Murray. Aquél proyecto había sido pospuesto por la crisis, y habría estado complementado por el Yamaha Sports Ride Concept, presentado en 2015 como rival de corte asequible de máquinas como el Lotus Elise. Aquél Sports Ride hubiera pesado menos de 900 kilos y hubiera tenido una potencia de entre 70 y 80 CV en sus versiones de acceso.
Yamaha Sports Ride Concept, el deportivo biplaza que nadie esperaba
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