A lo largo de la Historia, han sido cientos los pilotos que han intentado batir récords de velocidad sobre todo tipo de vehículos, pero pocos asumieron tantos riesgos como Jean-Claude Rude cuando en 1978 intentó alcanzar 240 km/h en bicicleta a rebufo de un Porsche 935 Turbo de 800 CV.
El primer ciclista que superó los 200 km/h en bicicleta fue el francés José Meiffret, y lo hizo detrás de un Mercedes 300 SL debidamente modificado para generar una carga de aire importante en la parte posterior. Meiffret logró su gesta utilizando la larga recta de una autopista alemana que, al no estar todavía terminada, no estaba abierta al tráfico.
Después, el norteamericano Allan Abbott consiguió mejorar esa marca al hacer 223.466 km/h detrás de un Chevrolet sobre las míticas extensiones de sal de Bonneville.
José Meiffret alcanzó 204.73 km/h detrás de un Mercedes-Benz 300 SL el 19 de julio de 1962
El también ciclista francés Jean-Claude Rude quería superar esos registros, y se fijó como objetivo a finales de los años 70 alcanzar 240 km/h utilizando también el rebufo de un coche. Por aquella época no había demasiados coches de calle capaces de alcanzar 240 km/h, así que recurrió a un coche de carreras.
Rude se puso en contacto con Henri Pescarolo, por aquel entonces piloto oficial del equipo Porsche Martini Racing, y le propuso su ambicioso proyecto. El 33 veces participante en las 24 Horas de Le Mans fue escéptico al principio y rechazó la propuesta, pero la perseverancia de Rude consiguió que diese el sí quiero. Y entonces comenzó el reto.