Lewis Hamilton ya es campeón del mundo de nuevo. Con dos carreras de antelación el piloto de Mercedes ha sentenciado su tercera corona consecutiva, la sexta desde que debutó en la Fórmula 1. En Austin no hubo conservadurismo por parte de Hamilton. Salió al ataque, dispuesto a remontar, y estuvo a punto de ganar la carrera.
La perdió porque Valtteri Bottas ha estado inspirado este fin de semana, y su estrategia resultó vencedora a última hora. El segundo piloto de Mercedes, que salía desde la pole, optó por una táctica de dos paradas que le mantuvo detrás de Hamilton hasta que lo superó a cinco vueltas de la bandera a cuadros.
Ferrari no tuvo ritmo y Vettel quebró su suspensión
De hecho Hamilton estuvo a punto de perder también la posición con Max Verstappen, pero una oportunidad bandera amarilla en la recta durante los últimos giros impidió al piloto de Red Bull abrir el DRS. Aún así, Verstappen vuelve al podio, donde no estaba desde Singapur. Y de paso sigue en la pelea por ser tercero del mundial.
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Verstappen se ha beneficiado del día aciago de Ferrari. Los coches de Maranello han vuelto a una senda que no transitaban desde antes del parón invernal. El ritmo de Ferrari ha sido pésima, con Charles Leclerc terminando cuarto a casi un minuto del ganador de la carrera. Al menos el monegasco ha hecho la vuelta rápida al final.