El Ferrari F40, uno de los retoños más emblemáticos e icónicos de la firma del Cavallino Rampante. Fue en el año 1987 cuando se dio luz verde a la producción del superdeportivo italiano para conmemorar los 40 años de existencia de la casa que le dio cobijo. Tan solo 1.315 unidades abandonaron las puertas de la fábrica de Maranello para asestar un duro golpe a la competencia tras ostentar en antaño el título del Ferrari más rápido jamás construido, atributo que hacía del F40 un coche aún más especial. Pero se podía redondear aún más la fórmula.
Muda Hassanal Bolkiah, más conocido como el Sultán de Brunei, fue uno de los 1.315 afortunados que tuvieron el visto bueno de Ferrari para poder incluir un F40 a su colección. Pero el señor Bolkiah, ansioso por saciar su sed de caprichos, exigió que la firma italiana aceptase una serie de peticiones que harían de su F40 un coche aún más exclusivo si cabe.
Una historia muy exclusiva
La primera de ellas y la menos rocambolesca fue la de hacer que su unidad contase con el volante a la derecha, puesto que la residencia habitual del F40 sería el Reino Unido. La segunda estaba fundamentada en el que Sultán de Brunei no quería que su superdeportivo luciese el carismático color Rosso Corsa que portarían las 1.314 unidades restantes, y en su lugar propuso una tonalidad conocida como Gunmetal Grey. La tercera y última de ellas fue que el habitáculo de su F40 fuese el mismo que el del Ferrari Testarrosa junto a unos asientos tapizados en cuero marrón.
Ferrari, quien aceptó los deseos del Sultán a regañadientes, impuso una serie de requisitos a este para poder gozar de un F40 diferente. La marca italiana exigió a Muda Hassanal Bolkiah que debía comprar un total de seis unidades, aunque los rumores apuntan que, como ejercicio de ostentación, finalmente se encargaron diez de los 1.315 Ferrari F40 fabricados.
Una vez que ambas partes se pusieron de acuerdo, se dio paso a la producción del elenco de superdeportivos que acababa de adquirir el Sultán de Brunei. Tras dos décadas a los mandos de este exclusivo F40, se estima que fue vendido en hasta tres ocasiones y uno de sus dueños decidió apaciguar su exclusividad al pintarlo en Rosso Corsa y hacer que el interior estuviese en armonía con el resto de unidades.
De vuelta a sus orígenes
No en balde, aún existen personas que apoyan la originalidad de estas piezas de arte con ruedas. Durante estos últimos días, hemos visto recorrer Instagram una publicación de DK Engineering -compra-venta especializado en Ferrari- en la que el protagonista era un F40 de color gris.
Dicha unidad, es la misma que perteneció a la exuberante colección del Sultán de Brunei quien, recordemos, tiene aún otros nueve F40 bajo su poder. El equipo de DK Engineering ha decidido volver a aplicar sobre las carnes del superdeportivo italiano el Gunmetal Grey, su color original, aunque no podemos decir lo mismo del habitáculo, que está tal y como el de cualquier otro F40.
Sea como fuere, estamos ante uno de los ejemplares más especiales de este emblemático vehículo. Gracias a la insistencia -y poder adquisitivo- de Hassanal Bolkiah, podemos ser testigos de un F40 único en el mundo y que esperamos que se mantenga siempre fiel a su originalidad.