Contenido
El objetivo del impuesto de matriculación
Los tramos del impuesto de matriculación
WLTP y NEDC y el impuesto de matriculación
Diésel, los más beneficiados en el impuesto de matriculación
Cómo calcular el impuesto de matriculación
¿Sabías que al comprar un coche nuevo estarás pagando entre un 21% y un 35,75% de impuestos? Y eso que no hemos tenido en cuenta las tasas e impuestos que pagaremos a lo largo de la vida útil del coche. Pero en esta ocasión vamos a centrarnos en un único tema, en el impuesto de matriculación, y en por qué contaminar más tiene un coste al comprar un coche nuevo. Adquirir un automóvil supone un desembolso importante para las familias españolas que, como veremos a continuación, va mucho más allá del verdadero coste del vehículo. Y es que no solo estaremos pagando el IVA, el mismo 21% con que se grava generalmente a la adquisición de bienes y productos, sino también un impuesto adicional, con un objetivo medioambiental, el impuesto de matriculación.
El objetivo del impuesto de matriculación
Hubo un tiempo en que los automóviles estaban gravados con una tasa que, curiosamente, se denominaba impuesto sobre el lujo. España ha cambiado mucho desde entonces y aquel impuesto que pretendía gravar compras ostentosas – así eran considerados los coches – fue derogado hace más de tres décadas. No obstante, comprar un coche nuevo sigue acarreando el pago de impuestos, empezando por el impuesto sobre valor añadido, el IVA, que como todos sabemos repercute un 21% sobre la base imponible de la compra, del coche nuevo que vamos a adquirir.
Pero eso no es todo, la compra de un coche nuevo también está sujeta al pago del impuesto de matriculación, un tributo que fue concebido con un doble fin y siguiendo las directrices de la Unión Europea, el fin recaudatorio, y el de fomentar la