El Opel Insignia es a día de hoy un coche peculiar en la gama de Opel. Se trata del último coche desarrollado bajo los auspicios de General Motors, un coche que no ha recibido aún mecánicas o tecnologías del Grupo PSA – que adquiría Opel al completo hace algo más de un año. El Opel Insignia acaba de recibir un ligero lavado de cara, acompañado de una actualización técnica de ciertos elementos. A falta de conocer más información, este anuncio se convierte en un juego de «encuentra las diferencias»: es un lavado de cara que bien podría pasar por actualización anual.
Así cambia el Opel Insignia
Nota: las fotos corresponden al Vauxhall Insignia.
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La principal novedad son unas nuevas ópticas frontales. Unas ópticas cuyo diseño y firma LED nos recuerdan a las de los últimos lanzamiento de la marca, como el Opel Corsa o el Opel Grandland X. La calandra también ha sido revisada, al igual que el paragolpes, que ahora tiene una toma de aire de mayores dimensiones. Con los faros antiniebla ocurre algo similar. Sin embargo, estas renovaciones son difíciles de ver a simple vista, como sí ocurre en otros lavados de cara menos conservadores. En nuestra opinión, Opel debería haber arriesgado más.
El lavado de cara es muy ligero, y Opel no ha ofrecido fotos o información de interior y mecánicas.
Los faros son una de las grandes novedades, no solo por su diseño, si no porque su tecnología LED matricial pasa de tener 32 diodos por faro, a tener nada menos que 168 LED. Esto permite un control mucho más preciso de la iluminación adaptativa, especialmente con el asistente de luces largas activado. En la zaga encontramos dos nuevas salidas de escape, pero a tenor de las fotos no sabemos si son reales