Jaguar acaba de renovar a uno de sus felinos más salvajes, el F-Type, un deportivo de armas tomar que se actualiza para seguir el ritmo del Porsche 911 y el Mercedes-AMG GTs, dos de sus principales rivales. Pese a que no estamos ante una nueva generación como tal, la firma inglesa ha aplicado sobre su hijo predilecto jugosos cambios que hacen que aguante con más diligencia el paso del tiempo, tarea que le ayudará a seguir enamorando a sus potenciales clientes y a seguir ofreciendo un elenco de motores repletos de personalidad y deportividad.
Gracias a un nuevo rediseño que hace especial hincapié en el frontal, el Jaguar F-Type muestra unas ópticas afiladas y rasgadas que adoptan una nueva posición capaz de aportar grandes dosis de agresividad al conjunto. La zaga, además de seguir manteniendo una cuádruple salida de escape real, se adereza con unos pilotos que presentan nuevas luces LED y también un diseño que se inscribe en ese nuevo lenguaje.
El habitáculo también ha sido objeto de modificación, donde el ya vetusto cuadro de mandos analógico ha sido sustituido por una pantalla digital de 12,3 pulgadas. Esta se encuentra complementada por una central capaz de vincularse con nuestro smartphone a través de Apple CarPlay y Android Auto, sistema que sigue arrojando modernidad al deportivo inglés.
Sin embargo, el apartado mecánico fue el que preocupó a muchos de los amantes del F-Type tras enterarse de que este se enfrentaría a una actualización. Dicho miedo estuvo impulsado por las duras normativas anticontaminación que deben superar los fabricantes, las cuales se hacen realmente tediosas a la hora de homologar a un vehículo del talante del Jaguar F-Type. Por suerte, la firma inglesa nos permitió respirar tranquilos al desvelar que el V8 sobrealimentado por compresor volumétrico se mantiene intacto pero, ¿qué hay del V6?
Hasta la fecha, la casa inglesa permitía a sus clientes escoger entre un más modesto cuatro cilindros, un V6 y un V8, pero la opción intermedia ha sido erradicada tras este restyling. Con esta premisa, ahora solo podremos optar o por un propulsor de 2.0 litros capaz de erogar 300 CV y 400 Nm de par o, en su defecto, por un V8 de 5.0 litros que cubre dos variantes, una de 450 CV y otra de 575 CV que se refugia tras el apellido F-Type R.
Es así como Jaguar deja un vacío dentro de la gama de su F-Type, un modelo que implica un salto de un cuatro cilindros a un V8. Sin embargo, no debemos descartar la posibilidad de que la firma inglesa esté sometiendo a su V6 a un ajuste de tuercas o trabajando en el desarrollo de un sustituto que recurra a la hibridación ligera. Sea como fuere, estaremos atentos a los movimientos de la marca, la cual podría sorprendernos en la próxima edición del Salón de Ginebra.