La polarización que está viviendo el sector del automóvil afecta a gran parte de sus áreas de acción. Las que, en otros tiempos, eran firmas generalistas, se ven obligadas a reposicionarse en el mercado. Unas deciden reinventarse como low cost y otras, en cambio, aspiran a más, a ser premium. En el segmento del superlujo ocurre algo parecido, aunque la brecha es mucho más pequeña. Además, entre modelo y modelo, el estatus debe mantenerse.
Una de las firmas que mejores campañas de marketing está haciendo es Aston Martin. La casa inglesa acaba de presentar su última novedad, el todo camino DBX. No obstante, no quiere que el público más selecto se le despiste y por ello, ha decidido dar un paso más allá. Para ello, ha presentado su última asociación, como no, con un fabricante inglés de alcurnia. El tema, es que no está relacionado con el motor, sino con las bebidas espirituosas.
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A Aston Martin ya no le vale con diseñar motocicletas
Sí, su socio es la destilería más antigua de Escocia (Reino Unido). Su nombre, es Bowmore Islay Single Malt Scotch y fue fundada en el año 1779. El fin de esta unión no es otro que crear una serie exclusiva de productos y experiencias sobresalientes para los clientes de ambas firmas. Según sus valedores, mostrarán una apreciación compartida por las creaciones más bellas y momentos extraordinarios, revelando los valores de ambas marcas.
Para poner en liza este objetivo, Bowmore creará embotellamientos exclusivos. A través de ellos, reflejarán el compromiso de la marca con el patrimonio, pero también con el diseño de vanguardia y las técnicas de fabricación. Con estos envases exclusivos, buscan atraer a los fanáticos de ambas marcas, así como incrementar su base de clientes. Por tanto, buscan a los amantes de los productos bellamente elaborados y whiskies excepcionales.renderAd(,36166);
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