Karma Automotive es una empresa afincada en EE.UU., propiedad de un proveedor chino de automoción, que adquirió las patentes y diseños de Fisker Automotive, tras su quiebra en 2014. A día de hoy, no tiene relación alguna con Henrik Fisker, que ha fundado Fisker Inc. en 2016. Ambas empresas están tratando de lanzar al mercado coches eléctricos con un diseño emocional y enormes prestaciones. Pero podríamos decir que Karma es la heredera más directa de Fisker Automotive, y en el Salón de Los Angeles presentaban un espectacular superdeportivo eléctrico que no debimos haber pasado por alto.
Karma también presentó el Revero GTS, un coche eléctrico de autonomía extendida basado en la plataforma del Fisker Karma. El Karma SC2 Concept es un coche mucho más cercano a la producción que el SC1 Vision Concept, una barqueta eléctrica puramente conceptual. El SC2 está construido sobre una nueva plataforma modular, una plataforma acompañada de un ecosistema tecnológico que pretende ser la tarjeta de presentación de Karma Automotive. Una tarjeta de presentación con la que no solo buscan ventas directas, también licencias a terceros e incluso servicios de consultoría de ingeniería.
Tecnologías como el acceso al coche mediante lectura biométrica y reconocimiento facial sí llegarán al coche de producción en serie.
Sea como fuere, más que el modelo de negocio nos interesa el coche en sí. Es un coupé de dos puertas, cuya apertura es «tipo Lamborghini». Su diseño es escultural, con superficies orgánicas, llantas de grandes dimensiones y un habitáculo muy retrasado, que simula la presencia de un motor muy largo bajo el capó. Sus espejos retrovisores son cámaras y en la zaga tenemos un difusor de fibra de carbono forjada, imprescindible últimamente en cualquier coche de alto rendimiento. Su interior es una obra de arte, con asientos de futurista diseño en cuero