Puede que olor a napalm sea lo más gratificante que pueda olerse a primera hora de la mañana, pero no el de los combustibles fósiles saliendo del tubo de escape. Cumplir con las exigencias medioambientales ha sido una de la máximas de nuestro Ejército, y ese mensaje debe calar en los compatriotas que se ofrezcan a defender esta nuestra Patria.
Así, las fuerzas militares que luchan por España ya han incorporado a su flota varios tanques y vehículos de combate de mecánica híbrida que, por tanto, pueden disfrutar de la etiqueta ECO de la DGT, tal y como ocurre con cualquier vehículo homologado como híbrido en Europa.
«Menos mal que la DGT no se puso a tiempo con la nueva clasificación de distintivos tras la polémica generada por los coches mild-hybrid de alta cilindrada. No hay mal que por bien no venga», confiesa el comandante Guillermo Adama, máximo dignatario del Ejército de Tierra español.
Una flota libre de humos
Adama ha sido el gran precursor de plan renove de la flota de vehículos militares, que no sólo serán ideales para aproximaciones silenciosas, sino que resultarán muy útiles para acceder a las zonas de bajas emisiones como la de Madrid o la de Barcelona, que se activará en tres días. Porque la guerra podrá haber estallado, pero nunca se podrá decir que España no piensa en verde.
El objetivo es renovar por completo la flota de vehículos tierra, que también estarán a disposición de los ciudadanos. Gracias a su mecánica alternativa los particulares podrán adherirse a los incentivos de compra del Plan MOVES, en el que se ha decidido incluir nuevamente a vehículos híbridos, dado que el presupuesto apenas se ha reducido desde que las ayudas se activaran