Históricamente, nos hemos encontrado con periodos en que las cifras de matriculaciones de coches nuevos en España arrojaban datos que nos llevaban a imaginar que algo extraño estaba sucediendo. Para el mercado del automóvil no es sano que las matriculaciones destinadas a particulares no representen ni tan siquiera la mitad de las matriculaciones totales. Y eso es precisamente lo que ha experimentado el mercado español en los últimos años, llegando casos en los que el canal de particulares ha supuesto poco más del 40%. Más allá de situaciones en las que la explicación se debe a la temporalidad, al hecho de que antes de Semana Santa, o verano, se renueven flotas de empresas de alquiler, por ejemplo, detrás de ello suele estar el fenómeno de las automatriculaciones. Y esa es la razón por la cual una marca se compra coches a sí misma, que de paso nos llevará a tener una visión más cercana de las marcas que más se compran coches a sí mismas.
El riesgo de las automatriculaciones
En 2017, FACONAUTO alertaba de que el hecho de que el mercado de particulares se ancle en una cuota por debajo del 50% no es nada positivo. En 2019, de nuevo, FACONAUTO ha alertado del riesgo de que suceda lo mismo con la entrada en vigor del RDE en septiembre. La rentabilidad de la red comercial depende de ello. Y la propia patronal de concesionarios de automoción ha reconocido en muchas ocasiones que muchas de las operaciones que se registran en los canales profesionales se deben a las automatriculaciones, a operaciones tácticas. En 2019, incluso, FACONAUTO ha llegado a firmar un acuerdo con el BBVA para ofrecer préstamos a concesionarios, que son los que realmente compran los coches, para contar con una línea de financiación de las automatriculaciones que tendrán que acometer.
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