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¿Por qué ocurre la retroalimentación?
¿Es posible pararla? ¿Cómo evito que mi motor muera en el intento?
¿Y si mi coche es automático?
¿Qué es la retroalimentación de un motor? De forma muy sencilla, es cuando el motor entra en un círculo vicioso de retroalimentación positiva. Suele suceder cuando un motor de ciclo Diesel comienza a usar su propio aceite como combustible – puede ocurrir con hidrocarburos externos en aplicaciones industriales – normalmente a causa de un turbo roto. El motor pronto alcanza su régimen máximo de funcionamiento, sin detenerse hasta haber consumido todo su aceite. Cuando esto sucede, el motor gripa y queda destruido. Las buenas noticias es que es evitable, si sabes qué hacer.
¿Por qué ocurre la retroalimentación?
Para empezar, hemos de resaltar que la retroalimentación de un motor diésel no es un acontecimiento común. Pero aún sin ser común, puede suceder. El problema es que cuando sucede, lo hace de forma violenta y espectacular. La mayor parte de víctimas de un motor en plena retroalimentación no saben qué hacer. Su presencia va ligada en la práctica totalidad de casos a una rotura del turbocompresor, o fugas de aceite en sus casquillos. Si no sabes de qué hablamos, pásate por aquí: cómo detectar que tu turbocompresor está a punto de fallar.
El motor diésel comienza a quemar aceite como si fuera combustible, iniciando un peligroso círculo vicioso
En casos muy puntuales puede suceder si el cárter tiene una cantidad muy excesiva de aceite. El factor común es siempre el aceite del motor, y más concretamente, su presencia en la admisión. El aceite comparte propiedades con el gasóleo, y un motor diésel puede fácilmente usarla como combustible si a través de la admisión recibe cantidades significativas. Llega un punto en el que se produce un círculo vicioso, y en vez de quemar gasóleo, el