En 2019, Škoda fabricó más de 900.000 vehículos en sus plantas checas de Mladá Boleslav y Kvasiny por primera vez en su historia. Habiendo construido un total de 910.000 vehículos. El fabricante checo logró un incremento de producción del 2,25% respecto al año anterior (2018: 890.000).
El Škoda Octavia, el modelo más vendido de la marca, representó por sí solo 260.000 de las unidades que salieron de la línea de producción. En 2020, justo a tiempo para el 125 aniversario del fabricante, Škoda entra en una nueva era: la producción en serie del primer Škoda basado en la plataforma modular de propulsión eléctrica del Grupo Volkswagen (MEB) está a punto de empezar en la planta de Mladá Boleslav. Para 2025, Škoda habrá invertido un total de dos mil millones de euros en el desarrollo de tecnologías de propulsión alternativas y nuevos servicios de movilidad.
Durante los últimos años, la planta de Kvasiny ha sido el objeto del proceso de modernización y expansión más importante de su historia, que cubre más de 85 años. Actualmente, Škoda produce en la planta el SUV de gran tamaño Kodiaq, el SUV compacto Karoq y su modelo insignia, el Superb, incluyendo la variante de modelo Superb iV con motor híbrido enchufable. El primer modelo de serie electrificado de la historia de la compañía se fabrica en la misma línea que los Superb propulsados por motores de combustión. El fabricante de coches invirtió un total de cerca de 12 millones de euros en realizar los cambios necesarios en los procesos de producción. La producción del Superb iV empezó en septiembre de 2019.
Vrchlabí es la tercera planta de Škoda en la República Checa. La planta abrió en 1864 y celebró su 155 aniversario el año pasado; ha formado parte de Škoda desde 1946. Inicialmente, el fabricante producía coches en