A raíz de una llamativa imagen, que ha sido noticia estos días, creíamos conveniente hablaros de una mala costumbre generalizada que no tiene que ver con los exceso de velocidad u otras infracciones recurrentes, sino con una mala postura y no, no de quien conduce, como sacar el codo por la ventanilla, sino de nuestro copiloto y es que llevar los pies sobre el salpicadero (¿cuántas veces lo habrás visto?) es además de peligroso un motivo de multa.
Imágenes captadas por las patrullas del helicóptero Pegasus de la DGT.
Viajar con los pies sobre el salpicadero
Viajar con los pies en el salpicadero puede ser una postura cómoda, con las piernas estiradas y en altura, pero también es una posición de riesgo en la que podemos salir mucho peor perjudicado en caso de un accidente.
Y es que el diseño de los elementos de seguridad de nuestro coche, los cinturones de seguridad y el airbag, no han sido concebidos para que viajemos con lo pies sobre el salpicadero. Piensa en el resultado, en como pueden terminar tus piernas, en caso de golpe ya no sólo por el impacto en sí, sino por la violencia del estallido del airbag sobre tus piernas. Roturas de huesos, problemas con las articulaciones…
El airbag del acompañante está pensado para parar el tórax o nuestra cara, no nuestras piernas y menos aún para hacerlo de la forma en la que se suelen llevar las piernas sobre el salpicadero.
Todo ello además sin perder de vista que el cinturón de seguridad reaccionará peor por nuestra postura más desgarbada, con la espalda menos recta de lo que la llevaríamos en una posición más convencional, favoreciendo así un posible efecto submarino que nos lleve a deslizarnos por debajo del cinturón, golpeándonos así con el salpicadero.
Pero, ¿cuál es la