El hecho de que Tráfico pueda controlar a que velocidad nos movemos, gracias a nuestros teléfonos móviles, a priori puede sonar a ciencia ficción. Pero no lo es. De hecho, si nos detenemos y reflexionamos acerca de la información que es capaz de gestionar un teléfono móvil, nos percataremos de que obtener esos datos es relativamente sencillo. Nuestro teléfono móvil sabe por dónde nos movemos, en dónde nos encontramos en cada momento y, por lo tanto, basta esa información para saber cómo y a qué velocidad nos movemos. Ahora bien, ¿puede relacionarse esa información con nosotros, identificarnos y que, por lo tanto, Tráfico sepa relacionar la velocidad en los desplazamientos con cada conductor? No. Y esa es precisamente la clave de esta historia.
Tráfico puede utilizar tu teléfono móvil para controlar tu velocidad
En octubre de 2019, conocíamos que nuestros teléfonos móviles serían rastreados con el objetivo de obtener una imagen acerca de los hábitos de los ciudadanos. La información obtenida, que como destacamos en aquel momento era anónima, esencialmente consistía en movimientos identificados en horas clave, que pudieran asociarse con desplazamientos desde la residencia habitual hasta el lugar de trabajo o estudios. Este rastreo permitiría, por ejemplo, identificar patrones en desplazamientos, ver cuántos ciudadanos se desplazan a otra ciudad para trabajar, por ejemplo, y ayudar en la toma decisiones para la mejora de la movilidad.
Ahora bien, ¿cómo podría Tráfico seguir estas prácticas que se basan en la recopilación de información, insistimos anónima, para obtener datos concluyentes acerca de los conductores?
En España ya se ha trabajado con datos de rastreo de teléfonos móviles, siempre anónimos, para obtener una imagen de la movilidad de los ciudadanos y, por lo tanto, poder tomar decisiones que ayuden a mejorarla
El objetivo es mejorar el tráfico, no multar
El departamento de Tráfico de Cataluña, el Servei Català de