Las rotondas se han convertido en el escaparate favorito de las esculturas de nuestras ciudades, fuentes, y otros elementos ornamentales que dan una nota de color a las urbes. Pero las rotondas siguen siendo uno de los puntos más conflictivos para los conductores, escenario habitual de choques de chapa y pintura, e incluso acaloradas discusiones bocina en mano. Lo curioso es que las rotondas se diseñaron precisamente para evitar estos escenarios, para regular con eficiencia y seguridad el tráfico en las intersecciones. Y aún más curioso el hecho de que todos pensemos que sabemos tomar correctamente las rotondas, pero en la práctica sea fácil percatarnos de que no es así. De ahí que hayamos preparado este decálogo, 10 normas para conducir correctamente en rotondas, siguiendo exactamente la normativa de la Dirección General de Tráfico. 10 normas que te pueden evitar una multa, una discusión con otro conductor o, en el peor de los casos, un accidente.
Aunque por norma general la prioridad sea de los vehículos que se encuentran en el interior de una glorieta, sé muy cuidadoso y presta mucha atención a la señalización vertical y horizontal, que en ocasiones puede hacer que en el interior de la misma los vehículos deban ceder el paso a los que acceden a la intersección.
1. La prioridad es siempre del vehículo que se encuentra en la rotonda. Es decir, al llegar a una glorieta, hemos de ceder el paso a los vehículos que se encuentran en su interior. Hemos de ser especialmente cuidadosos de la señalización, puesto que es relativamente común encontrarse en algunas ciudades con escenarios en los que los vehículos que se encuentran en su interior han de ceder el paso a los que se incorporan a ella, ya sea mediante un semáforo o mediante una señal de ceda el paso.
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