La alianza Renault-Nissan no termina de salir del enorme socavón en el que lleva metido desde finales de 2018. La firma del rombo ha registrado su primera pérdida en una década y ha anunciado recortes de 2.000 millones de euros en los próximos tres años.
Con esta situación, la agencia de calificación de riesgo Moody’s ha rebajado a bono basura (‘Ba1’) a Renault. Y es que el grupo francés contabilizó un beneficio neto de 19 millones de euros al cierre del año pasado, lo que supone una reducción de más del 99 %. Nissan por su parte tampoco va mucho mejor.
Un buen pastel para Luca De Meo
«En base a las pautas de la compañía para 2020 que anticipan una mayor disminución en el margen operativo del grupo y la continua debilidad del entorno del mercado, no esperamos que Renault pueda restaurar niveles saludables de margen operativo a medio plazo», ha dicho Moody’s en declaraciones recogidas por Autonews Europe.
De momento Standard & Poor’s mantiene por encima del bono basura el rating de Renault, mientras que Nissan tiene la calificación ‘A3’ de Moody´s, cuatro niveles por encima del bono basura.
Los resultados financieros del grupo francés en el ejercicio de 2019, que en julio tendrá a Luca De Meo como nuevo CEO, no fueron nada alentadores. Las ventas cayeron a 3,8 millones de unidades: un descenso de, 3,4 % y los ingresos del grupo disminuyeron un 3,3 %, hasta los 55.527 millones de euros.
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