Desde 2019, el Toyota Prius está disponible con una versión renovada que plantea mejoras en el diseño de su carrocería, en su habitáculo, equipamiento y, como principal novedad, la incorporación de una nueva versión de cuatro ruedas motrices. Esta versión, que es la que protagoniza esta prueba, está disponible desde 35.250 euros. En el siguiente enlace puedes conseguir el mejor precio.
Su diseño exterior, que nos parece futurista, muy original y atractivo a partes iguales, incluye ahora luces LED, paragolpes delantero y posterior, y ópticas traseras de nueva factura. Además, también estrena llantas bi-tono en gris oscuro y dos nuevas opciones de color para la carrocería: Azul Índigo y Rojo Emoción. El Azul índigo, que es el que lucía nuestra unidad de pruebas, le sienta realmente bien a este coche. No es el más costoso de todas las tonalidades opcionales (550 euros) y nos parece muy recomendable.
Tal y como ocurría en la anterior gama, la carrocería plantea un acabado impecable y una suavidad en la apertura de todas las puertas que agrada mucho en la utilización del día a día. Es algo habitual en la marca. Gracias a ello, el portón trasero, que es de generoso tamaño, se maneja con ligereza y con total soltura.
Un interior mejorado que cuenta con una realización impecable
En el habitáculo se ha potenciado la calidad percibida, además de modificarse ligeramente la consola central y la disposición de alguno de los controles del cuadro de instrumentos. También se han introducido nuevas tapicerías y se ha incrementado el tamaño de la bandeja de carga inalámbrica para adaptarse a smartphones más grandes. Es muy accesible y sigue ofreciendo carga por inducción. Lo peor que tiene, es que el móvil puede desplazarse con facilidad en las curvas cuando se conduce con cierta agilidad.
Otras novedades afectan a la pantalla táctil del