El segmento de los SUV deportivos demostró ya hace mucho tiempo que sus límites están muy altos, y si no preguntádselo al nuevo Mercedes-AMG GLA 45s. La firma de la estrella ha vuelto a hacer lo que muchos esperábamos: tomar prestado a la segunda generación de su SUV compacto para crear un vehículo que, con una mejorada fórmula, sea capaz de ofrecer unas prestaciones que hasta hace no mucho tan solo estaban disponibles para superdeportivos de altos vuelos. Y es que así es el nuevo GLA 45s, una variante que recurre al cuatro cilindros más potente del mundo para desarrollar 421 CV.
Tras la presentación del incombustible Mercedes-AMG A 45s, era de esperar que misma receta se aplicase sobre el GLA tal y como sucedió en la anterior generación. A esto debemos sumarle una estética más extrema y radical, un habitáculo que desprende deportividad y un esquema mecánico dispuesto a complacer las necesidades del conductor y a encajar con el explosivo cuatro cilindros.
A nivel de diseño podemos apreciar cómo Mercedes-AMG ha sabido jugar con las nuevas líneas del GLA para unirlas armoniosamente con los distintos elementos específicos de esta versión vitaminada. La parrilla panamericana ya es sello de identidad de los modelos AMG más potentes, y la cual combina a la perfección con una defensa más tosca y exuberante arropada por dos voluminosas tomas de aire que ya adelantan su nivel de prestaciones.
La zaga recurre a un prominente alerón que no busca desentonar con el más prominente difusor, pieza encargada de mejorar la aerodinámica y de custodiar a una cuádruple salida de escape cilíndrica. El habitáculo recurre a la misma fórmula que hemos visto en el A 45s, donde unos asientos tipo backet y el volante AMG con diales digitales incluidos se encargan de robar todo el protagonismo.
No obstante y con permiso de la agresiva estética, el punto álgido de esta última creación de Mercedes-AMG lo encontramos en su apartado mecánico. Y es que los ingenieros de la casa germana han desarrollo un propulsor de cuatro cilindros, 2.000 cc y sobrealimentado por turbo capaz de rendir 421 CV. Ni uno más, ni uno menos. Dicha cifra se gestiona a través de un cambio automático de doble embrague y ocho velocidades y de un sistema de tracción total 4Matic+.
Gracias a un control inteligente del par -AMG Torque Control-, es posible distribuir de forma variable y progresiva la fuerza de propulsión tanto entre el eje delantero y el eje trasero como entre las dos ruedas del eje trasero. Esto es posible gracias a dos embragues de discos con regulación electrónica unidos a los dos semiejes del eje trasero, lo que genera una adherencia al asfalto constante y lo que ayuda a que el 0 a 100 km/h ocurra en 4,3 segundos y que la velocidad máxima sea de 270 km/h.