Puede que la versión presencial del Salón de Ginebra se haya anulado, pero eso no es motivo para que no lleguen hasta nosotros joyas como el nuevo Porsche 911 Turbo S. Uno de los deportivos más esperados, que ha sido desvelado por la marca con su carrocería coupé y cabriolet.
Como era previsible en un modelo con semejante tradición , los cambios de diseño no son muy llamativos. Sin embargo, no ocurre lo mismo en al apartado de las prestaciones. Porsche ha querido dejar patente que sigue siendo una de las marcas punteras, sobre todo con la gran competencia que le viene encima.
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El motor del nuevo 911 Turbo S
Fiel a su esencia, el Porsche 911 Turbo S conserva el motor gasolina de 3.8 litros y seis cilindros colocado en la parte trasera. Aunque desde la marca afirman que es un propulsor “completamente nuevo” con un sistema de refrigeración y admisión completamente diferentes. Sus turbocompresores de álabes variables, que llegaron con la generación anterior, también han sido rediseñados con una turbina y un compresor más grandes para aumentar la presión.
Gracias a estos cambios, la potencia de este deportivo ha crecido hasta los 650 CV y el par hasta los 800 Nm entre 2.500 rpm y 4.500 rpm. Lo que significa un aumento de 69 CV y 50 Nm por encima de su predecesor. Más importante si cabe, es que el par máximo ya no está limitado a breves períodos cuando el conductor aprieta el acelerador a fondo, sino que está disponible bajo demanda todo el tiempo que se quiera.renderAd(,36166);
Este aumento de potencia se canaliza hasta las ruedas gracias a un nuevo cambio de doble embrague con ocho velocidades y una la tracción total revisada. Esta última ahora es capaz de gestionar mejor el reparto de par entre los ejes según sea necesario. Por