Cuando creíamos que Koenigsegg era incapaz de sorprendernos una vez más… volvemos a equivocarnos. El Salón de Ginebra habría sido el escenario elegido para su presentación al público del nuevo Gemera. Es el primer coche de cuatro plazas de la marca sueca, un GT de altos vuelos y unas credenciales prestacionales impresionantes. Más que un GT de altos vuelos, deberíamos decir que es un hiperdeportivo en formato GT, con 1.700 CV de potencia máxima y unas prestaciones capaces de dejar en ridículo a coches como el Bugatti Chiron.
Gemera: el primer híper-GT de todos los tiempos
El Koenigsegg Gemera es el primer coche con cuatro plazas reales de la marca, pero solo tiene dos puertas. Dos puertas de apertura vertical, que revelan un habitáculo amplio y diáfano con cuatro asientos tipo baquet. Una pantalla de grandes dimensiones ocupa la consola central en formato tablet y una instrumentación digital se monta frente al volante. El color amarillo del interior aporta una nota de contraste con la fibra de carbono de la que el resto del coche presume. Incluso su monocasco está construido en una sola pieza de este carísimo material.
Tiene 3 metros de batalla y mucho espacio interior. Es un coche pensado para largos viajes.
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El diseño del coche nos recuerda al resto de modelos de la gama, pero incluso podemos ver reminiscencias del pasado de la marca en sus líneas. Personalmente me gustan sus líneas fluidas, sus ópticas de diseño muy cuidado y la toma de aire del motor térmico, situada en el paso de rueda trasero. Su aerodinámica está muy trabajada, y cuenta con un gran difusor trasero, además de elementos activos. Este coche es capaz de alcanzar los 400 km/h, por lo que ninguna forma o superficie es casual o caprichosa. Pero lo realmente