El coronavirus está colocando en una situación especial a todo el mundo, y las competiciones del mundo del motor no se escapan. La Fórmula 1 está muy preocupada y moviendo todo lo necesario para no verse en la misma situación que sus hermanos de MotoGP. La psicosis colectiva amenaza con cargarse la primera parte de la temporada.
Pero es que la cosa va más allá. ACO recientemente ha reconocido que están valorando cancelar las 24 horas de Le Mans, que se celebrarán en el próximo mes de junio. Quedan más de tres meses, pero es una opción que ya se tiene en cuenta ante la posibilidad de que el coronavirus se convierta en pandemia.
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Salvo imprevisto muy sorprendente, la Fórmula 1 comenzará con normalidad el fin de semana del 13 al 15 de marzo en Australia. Es una de las pocas cosas que se pueden dar prácticamente por seguras en el calendario del motorsport actualmente. Australia ha insistido mucho en que no habrá ningún problema para celebrar la carrera.
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Como prueba, el fin de semana pasado el Campeonato del Mundo de Superbikes arrancó en Australia, en el circuito de Phillip Island, sin ningún inconveniente. El problema para la Fórmula 1 es que pasado el Gran Premio de Australia todo son incertidumbres. Bueno, una no: el Gran Premio de China ya está oficialmente suspendido.