Teodoro Obiang Nguema Mangué, conocido como Teodorín Obiang es, como diría Mick Jagger, «un hombre rico y con clase». Y así lo demuestra circulando por Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, al volante de un Koenigsegg One:1 de color azul y negro. Un momento… ¿No era ese uno de los coches que le habían sido confiscados por la justicia en Suiza? Efectivamente, lo que tenía que ocurrir, ocurrió. El hijo del dictador ha recuperado sus coches, o al menos una parte de ellos. Y así lo ha hecho, según una investigación del diario suizo Le Temps.
A Teodorin Obiang le gustan las obras de arte y los coches, especialmente de lujo y los superdeportivos. Sin embargo, al ser investigado a nivel internacional por blanqueo de dinero, fruto de la corrupción de cuando fuera consejero especial de asuntos forestales de 1995 a 1997 (Guinea Ecuatorial, además de petróleo, también es rica en maderas de lujo, como el Moabi) y ministro de agricultura de 1997 a 2012 y antes de ser nombrado vice presidente del país.
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En 2011, la fiscalía gala le confiscó una serie de coches de lujo y obras de arte en uno de sus pisos de lujo de París. Es un secreto a voces, recuperó buena parte de esos coches.
En noviembre de 2016, la fiscalía de Ginebra le confisca once superdeportivos por ser el producto de varios delitos de corrupción y blanqueo de capital. El problema