Larry Schroll coleccionaba coches clásicos a escala 1 como otros los Hot-Wheels. No era millonario, pero sí poseía un lugar donde tener todos los coches que compraba en su granja de Pennsylvania. Falleció en 2018 y empezó con su hobby en 1960.
A lo largo de ese periodo de tiempo reunió más de 50 coches. Sin embargo, su familia, que heredó la granja, no entiende de coches y no quería vender la ecléctica colección coche por coche, así que le pidieron a Matt Murray de IronTrap Garage que les ayudara a valorar la colección de cara a venderla por lotes en una subasta.
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Según cuenta Murray, Schroll no tenía prejuicios a la hora de comprar coches. Simplemente compraba los coches que le gustaban o que consideraba que eran raros y dignos de coleccionar. Obviamente, los modelos de fabricación local abundan. No encontramos con varios Ford anteriores a 1945, incluyendo un Model T Sedan de 1922 y un Model A.
Tampoco faltan coches estadounidenses de la segunda mitad del siglo XX, como un imponente Mercury 55, un par de Lincoln Continental (uno de 1962 y otro de 1972), un rarísimo Ford Ranchero GT de 1979 o un incluso un Ford Mustang de 1989.
Cochs clasicos, pero también hot-rods y customs
Pero Schroll se había hecho también con modelos tan dispares como un Ford T Bucket de 1923 convertido en hot-rod