La posibilidad de que nuestro coche sufra una avería, sobre todo una avería grave, siempre está entre los mayores temores de un conductor. Esa es la razón por la que a menudo un comprador intenta buscar una marca de confianza a la hora de adquirir un nuevo vehículo, y tiende a repetir con aquellos fabricantes de los que guarda una buena experiencia. Esa es también una de las causas que genera mayor tensión entre el cliente y el fabricante, cuando el primero asocia una avería a un problema de fiabilidad de su coche, o incluso defectos de fábrica. ¿Pero sabías que muchas averías pueden ser evitadas si adquirimos unos buenos hábitos de conducción? ¿Sabías que estas 10 averías las puede estar provocando el conductor?
Existe una serie de averías que, con sus malos hábitos, puede estar provocando el conductor, y que corrigiendo esos malos hábitos, evidentemente, se pueden evitar
Hace unos meses nos propusimos elaborar una serie de posts que explorasen todos esos malos hábitos que, de una u otra forma muchos perpetuamos en nuestro día a día, y que poco a poco van poniendo en peligro los componentes mecánicos de nuestro coche. A menudo se trata de comportamientos que se realizan de forma inconsciente. Comportamientos que no siempre dan lugar a una avería inmediata, sino que poco a poco van socavando la fiabilidad de ciertos componentes. Componentes que, en tanto están sujetos a desgaste, a menudo pueden ser problemáticos a la hora de hacer uso de la cobertura de la garantía, o reclamar un defecto de fábrica.
¿Qué malos hábitos están dañando mi coche? ¿Qué puedo hacer para evitar esos problemas?
1. No revolucionar lo suficiente el motor
Lo creas, o no, el hecho de conducir a un régimen de motor muy bajo, no permitir que nuestro motor alcance un régimen de revoluciones elevado,