Tras la caída de la antigua URSS la suerte de Rusia cambió. Pasó de ser una potencia mundial de primer orden a situarse tras EEUU, Francia o Alemania. Ello indignó mucho a su pueblo, orgulloso de sus raíces y tradición militar. Por esa razón, han trabajado mucho (y algunas veces muy sucio) para ocupar el lugar que ellos creen merecer. El sector del automóvil ha sido uno de los más olvidados, aunque eso ha cambiado ahora.
El mejor ejemplo de la evolución rusa lo podemos ver en la firma Aurus Motors. Por ahora, su único modelo copia muchos rasgos de diseño de los Cadillac de General Motors. Pero es que hay otro modelo nuevo, el Aviar R67, que emula a otro de los iconos del automovilismo de EEUU. Sí, no hay que ser un lumbreras para darse cuenta de que calcan, casi al milímetro, la estética del Ford Mustang de 1967. Sin embargo, esconde varias sorpresas.
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El interior del Aviar R67 es moderno y muy tecnológico
La primera vez que pudimos ver al Aviar R67 fue hace un par de años, aunque en ese momento el proyecto no convenció a muchos. Ahora, la firma publica una serie de imágenes oficiales en las que podemos ver cómo luce su carrocería de fibra de carbono. En todo caso, su estética tiene poco que comentar, pues el frontal, línea lateral y zaga son muy similares a las que lució la primera generación del Mustang.
Donde está una de las sorpresas es en su interior. Las líneas que dan forma a su habitáculo y volante sorprenden por llamativas y por mezclar con acierto tradición con modernidad. Destaca por ofrecer una instrumentación digital configurable así como una pantalla central táctil de gran tamaño y posición vertical. Los asientos, túnel central y puertas llaman la atención por los materiales empleados