El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer la aprobación, por parte del Consejo de Ministros, del Plan para la Transición a una Nueva Normalidad, con el fin de acercarnos de manera progresiva a una rutina más o menos similar a la que teníamos antes de mediados de marzo y recuperar ciertos derechos que quedaron suspendidos, como el de la libertad de movimiento lo cual llevó a la prohibición de ciertas tareas habituales como era la de poder usar el coche que, durante la desescalada, quedaron vetadas una vez quedó establecido el estado de alarma provocado por la epidemia del coronavirus.
Esta hoja de ruta está organizada en 4 fases, y, a la vez, estará permanentemente sometida al análisis y al control de los parámetros establecidos por los especialistas que han aportado sus conocimientos para esta secuencia, cuya evaluación podrá suponer el visto bueno a una «nueva normalidad».
Con el fin de dar pasos hacia delante y ninguno hacia atrás, abordamos las novedades que, respecto a la movilidad de las personas y el uso de vehículos públicos o privados, el plan del ejecutivo, ha establecido las siguientes directrices para cada una de las fases que serán coordinadas a nivel nacional pero cuya aplicación será gradual y asimétrica y aplicada por las diferentes comunidades autónomas.
La desescalada en 4 fases
Fase 0: desde el próximo 2 de mayor, se mantiene el veto del uso de los vehículos salvo aquellos que fueron recogidos como excepción al quedar activo el estado de alarma. Por otro lado, respecto del transporte público se mantiene la recomendación del uso con mascarilla y, para el caso del urbano, se incrementará de manera progresiva el servicio, mientras que el interurbano se mantendrá tal y como está actualmente, aproximadamente, en un 30 por ciento de la frecuencia habitual.
Fase 1: a partir del 11 de mayo, se permitirá el uso compartido del vehículo para quienes compartan la misma vivienda en desplazamientos dentro de la misma provincia con motivaciones diferentes a las que resultaron permitidas durante el estado de alarma, unos trayectos cuya justificación aún están por concretar su fin. El transporte urbano e interurbano aumentará sus servicios entre un 80 y un 100 por 100 de lo habitual.
Fase 2: desde el día 25 de mayo hasta el comienzo de la fase 3, la cual, si los marcadores son positivos, se mantendrá el contexto de movilidad similar al de la fase 1, salvo que se comunique lo contrario.
Fase 3: la última fase, que dará inicio, según lo previsto, el 8 de junio, será la que permitirá o no un retorno a la llamada nueva normalidad, y, para ello, se estudiará una relajación en las prohibiciones a la hora de los viajes en vehículos particulares, como pudiera ser la de la prohibición de usar el coche durante la desescalada, pero manteniendo restricciones como pudiera ser la de la limitación en exclusiva al ámbito territorial. Para el transporte público, se podrá restablecer el servicio con normalidad, de los horarios y frecuencias y, si es posible, se permitirá una ocupación mayor de los vehículos que presten estos servicios.
¿Puedo usar el coche para salir de mi provincia durante la desescalada?
Pedro Sánchez ha sido concluyente en su declaración: «No habrá movilidad entre provincias o islas hasta alcanzar la nueva normalidad». 
Esto significa que, como pronto, hasta el supuesto fin de las 4 fases, que si el ritmo es correcto, podría ser a mediados de junio, usar el coche durante la desescalada para salir de la provincia queda prohibido, a menos que sea por alguna de las causas que justifican utilizar un vehículo durante estos pasos de retorno a la nueva normalidad.
Es posible que, durante la fase 3, se permita el desplazamiento a un segundo domicilio, siempre y cuando ambos estén dentro de la misma provincia.
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