El lanzamiento de la cuarta generación del Kia Sorento ha supuesto un punto de inflexión en la firma asiática. Ahora, no es un SUV más dentro de una categoría que crece a cada día que pasa, es un producto que se acerca peligrosamente a la esfera premium. Lo hace por múltiples razones, entre las que está una elaborada ingeniería, un diseño con garra y un nivel tecnológico que lo sitúa por encima de muchos de sus rivales.
Uno de los aspectos donde más ha mejorado, respecto a su predecesor, es a nivel de seguridad. El número de ayudas y asistentes activos es mayor, con elementos inéditos hasta ahora. Así, dependiendo de la versión elegida, incluye sistema de advertencia de colisión frontal con detección de peatones, ciclistas y vehículos o control de crucero adaptativo con función Stop&Go SCC. Pero aún hay más, estrena el sistema BVM.
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El sistema BVM del Kia Sorento cobra vida a través de la instrumentación digital Supervision
El Kia Sorento es el primer modelo de la marca, en Europa, que ofrece el sistema Blind-Spot View Monitor (BVM). Esto es, es un monitor de ángulo muerto que está diseñado para mejorar la seguridad de los ocupantes del Sorento. Gracias a él, los puntos ciegos del lado izquierdo y derecho desaparecen, incrementando el campo de visión y por tanto la seguridad a la hora de realiza maniobras como adelantamientos o cambios de carril.
Esta nueva ayuda a la conducción cobra vida gracias a la instrumentación digital configurable Supervision. El primer modelo en estrenarla fue el crossover XCeed y cuenta con una pantalla de 12,3 pulgadas. Su funcionamiento es muy sencillo: el BVM está coordinado con los intermitentes. Cuando el conductor señala una maniobra, la imagen de las cámaras situadas en los retrovisores se proyecta en la instrumentación.renderAd(,36166);
De esta forma, el conductor ve si